Esta hormona no interviene únicamente en la gestación. Aparece cuando nos sentimos amenazadas, preocupadas o en peligro. De este modo, sirve para mantenernos alerta y luchar por nuestra supervivencia.
La Adrenalina es el enemigo por excelencia de la Oxitocina (encargada de las contracciones y la dilatación). No es posible generar Oxitocina y Adrenalina al mismo tiempo.
Pero oye, no demonicemos a la Adrenalina, está ahí para protegernos. Gracias a ella, seguimos aquí como especie.
Imagínate que estás a punto de parir detrás de unos arbustos y en el horizonte ves un león, ¿No te gustaría que el parto se parase de forma inmediata para poder salir corriendo a un lugar seguro?
Ahí tendríamos que darle las gracias a la Adrenalina.
Pero oye, no tenemos que irnos a situaciones tan extremas para ser conscientes del efecto de la Adrenalina en nuestro cuerpo.
Si vas conduciendo por la autopista y de repente el coche de delante pega un frenazo brusco, lo más probable es que tu corazón se acelere, tu respiración se vuelva rápida y corta, hiperventiles y estés en máxima alerta.
En la fase de dilatación, demasiada adrenalina puede ralentizar e incluso parar el proceso de parto.
Vamos entonces con la gran pregunta:
¿Qué factores facilitan la secreción de Adrenalina?
・ falta de seguridad
・ miedo
・ demasiada luz
・ falta de intimidad
・ sentirse observada
・ poca conexión con las personas que te acompañan
・preguntas o comentarios fuera de lugar
Es importante que tu acompañante también esté tranquilo/a durante el proceso, la adrenalina puede ser muy contagiosa…
❀ En partos fisiológicos (con un trato respetuoso y en un entorno cálido y acogedor), puede darse lo que Michel Odent denomina “Reflejo de eyección fetal”. En estos casos, las mujeres pueden tener un pico de Adrenalina en el expulsivo que las hace pasar de las contracciones de dilatación a una sensación de pujo muy fuerte, intensa e incontrolable, que termina con la salida del bebé.
☞ Y tú, ¿Conocías el efecto de la Adrenalina durante el trabajo de parto? Te leo.
