Si has venido a alguna de mis clases de Yoga Prenatal, seguro que sabes qué es la relaxina y qué hace en nuestro cuerpo durante la gestación y el trabajo de parto.
Si no, no te preocupes. No te voy a dejar con la duda.
Pues bien, la relaxina es la hormona encargada de relajar músculos y articulaciones, favoreciendo tanto la elasticidad de la piel (para que nuestra barriguita vaya creciendo) como la de la musculatura de la pelvis (para el nacimiento de nuestro bebé).
Esta hormona también es la responsable de la adaptación de la columna al nuevo centro de gravedad durante la gestación.
Hasta aquí todo estupendo, la relaxina es nuestra amiga.
Nos va a ayudar en el trabajo de parto! Yuhu!!
Peeero… tengo que decirte que con ese aumento de la laxitud, esta hormona es también la «culpable» de esas torceduras de tobillo, esos dolores de pubis al final de la gestación, esas molestias en la zona lumbar…
Puede que ya te vayas haciendo una idea de por qué soy tan pesada con la relaxina en las clases de Yoga Prenatal…
Claro, es importante saber que está ahí, que nos vamos a sentir más flexibles de lo normal, y que en lugar de venirnos arriba y hacer los Asanas de una forma profunda (como lo haríamos en el Yoga normal), lo vamos a hacer respetando un 60-70% de esa «nueva flexibilidad». De esa forma, vamos a proteger nuestros músculos y articulaciones, y evitar posibles lesiones. Porque… ¿Qué necesidad tenemos de lesionarnos?
☞ Y tú, ¿Conocías está hormona durante la gestación?, ¿respetas/respetaste ese 60-70% durante tu práctica?
Cuéntame en comentarios, ¡te leo!